lunes, 22 de junio de 2009

Empatía

Mientras leía Corazón de tinta, libro que hace tiempo ya me había leído, pero que me estoy volviendo a leer porque han sacado la película, mi hermano trajo una cría de pájaro en la mano. Se lo había encontrado en la puerta de la casa de mi tía y como no podía volar porque era muy pequeño lo cogió. Todos pensamos que se había caído de un nido. Pero cuando le vimos la pata, comprobamos que no la podía mover. No se sabía con certeza si le dolía, pero yo creo que ni siquiera la sentía, porque no la movía para nada. Le pusimos en el césped del jardín para ver si podía o no volar, pero no podía. Así que decidimos que lo meteríamos en una cesta con algodón, comida y agua hasta que se hiciera mas mayor y pudiera volar por sí solo.
Le echamos varias ojeadas a lo largo de la tarde para ver si comía, y como vimos que no lo hacía, cogimos cachitos pequeños de la comida que le pusimos (miga de pan mojado) y se lo situamos delante del pico. Después de un rato esperando a que abriese el pico, al fin lo abrió y se comió dos o tres cachos. Cuando parecía que no comía más, con una jeringilla, le dimos agua, y eso si que bebió bastante, aunque al principio huía. Esperamos a la noche y cuando le fui a mirar para ver que tal estaba le vi echado con las patas hacia arriba y respirando costosamente. Le sacamos de la jaula y le intentamos poner de pie, pero nada se podía hacer. Comprendí que estaba ante sus últimas horas, o tal vez minutos, de su vida, a pesar de lo pequeño que era. Abría la boca para respirar y de vez en cuando estiraba la pata que podía mover, en señal de su sufrimiento. A veces se retorcía de dolor. Entendimos por qué se estaba muriendo cuando vimos el golpe que tenía debajo de un ala. Se lo habría dado cuando se hizo lo de la pata, tal vez cayéndose del nido. Al principio me dio una pena horrible que se estuviera muriendo, y hubiera hecho lo que fuera por salvarle. Ojalá tuviera cerca un veterinario. Pero a medida que pasaba el tiempo y le veía sufrir, deseaba mas que terminase su sufrimiento y se muriese. A cada estiramiento de su pata mi cuerpo se encogía y cada vez que conseguía abrir sus ojos no solo era mi cuerpo el que se encogía, también mi corazón. Porque no es fácil observar como un ser vivo se está muriendo delante de ti mientras sufre. Tengo un gran defecto, y esque en seguida me pongo en el lugar de los demás, incluso en el de los animales. Y digo defecto porque lo paso realmente mal en estos casos. Todo el mundo me mira como si estuviera loca cada vez que sufro tanto por el sufrimiento de los demás. Pero no es algo que yo elija, es mi forma de ser y no es nada agradable.
El pájaro se murió antes de las dos de la mañana. No me fui a la cama hasta que no se murió. Hoy, como todos los animales que han entrado en esta casa y en las casas de mis tíos (exceptuando los insectos, claro), le enterraré en el huerto polo abandonado que hay al lado de mi casa.

5 comentarios:

piluna dijo...

La empatía, para con el dolor de los demás, es como tu dices un defecto, porque se sufre en demasía, pero al mismo tiempo es una gran virtud, que pocas personas tiene, y que dice mucho de la persona que lo posee. EN este caso, dice mucho de ti. Eres una buena persona, con un buen corazon. Felicidaes aunque a veces sufras por ellos. Besos.

ChusdB dijo...

Ay, Silvia...¡es como si te viera, ya sabía yo que eras así de sensible. Se te nota, y mucho! un beso.

piluna dijo...

muy desconectada te veo ultimamente, espero q todo vaya bien, un beso guapa.

piluna dijo...

Oyeee donde andas metida q se te echa mucho de menos, espero q las cosas marchen bien.
Un beso enorme guapa.

piluna dijo...

Me alegra que vuelvas a estar por estos lares, bienvenida de nuevo!!!! besoss